Igualdad "para unxs pocxs"

5 de diciembre de 2009

Para la gente que no sepa, en Argentina se presentó un proyecto de ley para permitir el matrimonio, con todas sus letras, a todo tipo de parejas finalmente. No sólo a las heterosexuales.
Sin embargo, ha habido mil y un problemas. Desde que se la propuso se ha permitido una dilatación espantosa, tiempo en el cual se organizaron la derecha, los conservadores, los puritanos y todas esas organizaciones cristianas que nunca existen sino sólo cuando "deben" molestan a ciertos grupos (mujeres que quieren abortar, parejas no-heterosexuales, personas no cis-género, etc, etc).
Incluso antes de que esta ley se apruebe - o no - muchas parejas homosexuales han buscado por medio de cartas documentos exigir el permiso para su casamiento debido a que la ley de casamiento en sí misma NO especifica que necesariamente deben ser hombre y mujer quienes contraen el enlace.
Por milagro, una jueza llamada Gabriela Seijas aceptó el pedido de Alex Freyre y José María Di Bello, determinando que el registro civil DEBIA casarlos el primero de diciembre. Para ver el fallo, aquí.
Todo pareció andar sobre ruedas. Este evento iba a generar un precedente para impulsar aún más la ley que está en la cámara del poder legislativo.
Incluso Mauricio Macri, el gobernador de capital federal, dio su aceptación a la resolución de la jueza afirmando explícitamente en un video que no apelaría a la decisión de Seijas. El video aquí.
Esto era verdaderamente genial. Todo indicaba que el cambio se iba a producir irremediablemente.
Sin embargo, a dos o tres días de la boda de Alex y José María, una jueza de otra jurisdicción APELÓ el fallo en una maniobra ilegal asquerosa. Como dice Bruno Bimbi en su artículo de "una maniobra ilegal contra el matrimonio gay":

[...]
Había un fallo autorizando el matrimonio de Alex y José María, dictado por la jueza a la que por sorteo le correspondió entender en la causa. Su competencia no había sido cuestionada por las partes ni por el fiscal y su sentencia no había sido apelada. El plazo legal para hacerlo venció. La sentencia estaba firme. Pero un grupo de abogados presentó varios pedidos de nulidad en diferentes juzgados y fueros, jugando a la lotería con el sistema. Apostaron a que, presentando muchos recursos en diferentes lugares, alguno le podía caer a algún juez "amigo". Luego de que todos los anteriores fueran rechazados por razones obvias (no eran parte en el proceso, el plazo estaba vencido, etc.), encontraron una jueza dispuesta a inmolarse.
El grupo que presentó los recursos está compuesto por ex funcionarios de la dictadura, abogados defensores de militares acusados de delitos de lesa humanidad, organizaciones antisemitas, admiradores confesos de Franco y Mussollini y fanáticos religiosos de ultraderecha. La magistrada Gómez Alsina, por razones que la justicia deberá investigar, decidió ser cómplice y usar su sello para ponerse al servicio de una maniobra ilegal, impidiendo a dos ciudadanos argentinos ejercer sus derechos constitucionales.
[...]
Este grupo de animales fachos resultan ser una pinturita para la historia argentina. Es increíble que aún se les de voz y voto a semejantes bestias. Bruno Bimbi hace una muy buena radiografía de los animales pútridos que están detrás de todo este movimiento anti-homosexual en su artículo "Esa bonita gente". Que por cierto, muy amable de su parte tratarlos como "gente".
Evidentemente no son animales salvajes sin ningún tipo de poder. Claro que no. Ellos detentan y concentran mucho del poder del país. No sólo eso, sino que se enzañan en conservalo, sea por los medios que sean.
A este grupo no le va a fectar en lo absoluto que personas no heterosexuales se casen. No se va aproducir el fin de mundo ni una de esas estupideces que dicen por ahí. Como eso del "matrimonio" homosexual ya no escandaliza a mucha gente (en el sentido que hay una mínima apertura, y a un gran porcentaje de argentinxs - aproximadamente el 66% -, según encuestas nacionales, no  le importa que se casen personas homosexuales) ahora el asunto que ventilan por ahí lleno de prejuicios es el de "la adopción".
- "Que se casen, no me importa, pero que no toquen a los chicos" - pensamiento del argentinx promedio, con su cerebro lavado de estereotipos y discriminación de todos los colores.
¿Tan difícil es entender que la gente no-heterosexual genera, al igual que cualquier pareja hetero, un ambiente donde puede crecer un infante?. ¿Cuál es el problema con ello? Los grupos conservadores levantan su bandera de que la comunidad homosexual es promiscua, degenerada, contagiosa, etc, etc, y que esas cosas las hacen frente a lxs niñxs, de que éstxs necesitan de la "figura parterna y la figura materna", y que en esas familias sólo salen niñxs homosexuales.
Simplemente más prejuiciosos no pueden ser. Tampoco esperaba menos de grupo tan asqueroso como es el que está en contra del matrimonio homosexual.
¿Porque nadie, cuando escucha esas cosas, ridiculiza al/ a la imbécil que las dice? Las personas homosexuales pueden generar el mismo ambiente cariñoso para el desarrollo del infante, en la misma medida que lo hacen los heterosexuales. Ahora no me vengan con la estupidez de que las familias heterosexuales son la cosa más bella del universo y generan el mejor ambiente para un infante porque les puedo presentar a mis padres o a cualquier otra pareja del promedio. Hay gente que puede decir que su familia es un infierno Y son padres heterosexuales. Entonces la base de la "famiia feliz" que te venden diariamente no es por el lado dela sexualidad, ¿no?
Las"figuras" y esas estupideces esgrimidas por la psicología de hace dos siglos - la misma psicología que hablaba de la homosexualidad como enfermedad - son más patrañas del retraso mental y social que tienen estos grupos. Usan "ciencia viejísima" para validar sus puntos.
Esto me hace recordar que una vez en el facebook ingresé a un grupo que, a modo de slogan decia algo asi como "grupo antigay - Estamos en contra de los homosexuales, pero con respeto".
Era verdaderamente... chistoso, por decirlo de alguna forma. Estar en contra de una persona, por el simple hehco de ser persona, pero estar en contra con "respeto". Menuda incongruencia.
El asunto es que ese grupo, entre sus "bases científicas" con las cuales legitimaba sus prejuicios no eran más que papers de los años '60 y lo mas moderno era de lso '80: científicxs, que como humanos insertos en la soceidad y adoctrinados en el prejuicio, ayudaron y ayudan a los grupos de poder con el uso de la ciencia para avasallar gente. Lo de siempre: irresponsabilidad científica, bastante común en estas disciplinas humanas y sociales.
Actualmente, y aunque odie hacer alusión a la ciencia para esto, está más que comprobado que lxs infantes que se desarrollan en un entorno de padres homosexuales no están ni peor ni mejor que quienes se desarrollan en un ambito con padres heterosexuales.
Y odio tener que justificar esto con estudios, que se pueden encontrar googleando un poco, porque en el fondo, atrás de esa investigación, por más buena intención original que hubiera habido, hay una búsqueda de la erradicación del estigma por medio del mismo medio en que se lo generó o por lo menos, se lo perpetuó. Es decir, estamos tratando de decirle al mundo "miren, con esta ciencia vemos que estas personas no son promiscuas por naturaleza, que no pueden saciar su deseo con nada ni con nadie, que no generan chicos homosexuales y podemos "permitirles" tener hijxs porque no contagian su homosexualidad. Aca esta el paper que lo garantiza".
Es molesto. Porque no es necesario ni un master, ni un doctorado, ni un post-doctorado para darte cuenta que las personas son personas, y tienen su personalidad. Y una pareja son dos personas. No importa que sexualidad tengan. Si quereen ser padres o madres lo harán con las mismas buenas intenciones que lo hacen las parejas heterosexuales. No van a criar infantes para comerselos cuando esten rellenitos. No es necesaria la ciencia para decir "no generan infantes homosexuales" como si eso fuera bueno. ¿Acaso ser homosexual es malo? ¿quién determinó tal cosa? Además, si fuera por causa neta de los padres, evidentemente no deberían existir los homosexuales.
¿Pero estos grupos que enteinden? solo quieren perpetuar sus derechos, esos "derechos" que el exceso de poder les dio para con otros, en este caso, el grupo no-heterosexual, y poder seguir viviendo como si "no existieran".


El asunto es que el primero de diciembre Alex y José María, junto con muchísima gente de la comunidad LGBTIA y algunas organizaciones en contra de la discriminación y a favor de la diversidad  fueron al registro civil donde el gobierno de capital federal, o sea, el que gobierna Macri, terminó acatando la apelación por más ilegal que ésta fuera en vez del fallo original, demostrando sus colmillos abajo del pelaje del becerro. Ver el video parte uno de la queja de la comunidad aquí y la parte dos aquí.
Una absoluta y profunda traición a las personas que se ilusionaron con sus palabras y su embustero apoyo. La crítica que el Arzobizco le hizo a Macri parece que pesó más que el derecho y la felicidad de toda una comunidad. Como siempre, el catolicismo metiéndose en nuestras leyes, y en la forma en que nos gobernamos.
Y para finalizar, simplemente copio y pego fragmentos de una excelente nota (completa aquí) al respecto de toda esta situación de la mano de Osvaldo Bazán, otro periodista de la comunidad:


[...] Por la Constitución Nacional, todos deberíamos ser iguales ante la ley. Sin embargo, si un ciudadano desea casarse, el Estado lo obliga a que sea de manera heterosexual, estableciendo así una diferenciación clara. Los ciudadanos heterosexuales pueden casarse de acuerdo a sus deseos; los homosexuales, no. ¿Por qué? Porque el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer.
El Sol siempre giró alrededor de la Tierra y era de una obviedad concluyente: bastaba levantar la vista y ver el Sol que iba de este a oeste cada día. Aristarco de Samos, 200 años antes de Cristo dijo que siendo el Sol, a ojo de buen cubero, más grande que la Tierra, quizás fuese al revés. Copérnico, en el siglo 16 llegó a medir distancias y volúmenes y concluyó que, pese a lo que se veía, la Tierra giraba alrededor del Sol. Johannes Kepler perfeccionó la idea al advertir que la trayectoria de los planetas era elíptica, no circular. Galileo Galilei descubrió los satélites que giraban alrededor de Júpiter y pensó que quizás entonces Júpiter y sus satélites eran un modelo del sistema solar.
La Tierra, entonces, contra toda evidencia, empezaba a girar alrededor del Sol.
La Biblia decía otra cosa y el Vaticano intentó tapar la realidad con el mensaje del orden natural, de que siempre había sido así. Dicen que Galileo no pronunció la famosa frase “Y sin embargo se mueve” cuando lo amenazaron con quemarlo vivo si no desmentía sus investigaciones. En realidad, no hacía falta. Se movía igual.
Giordano Bruno, al que la santa iglesia católica apostólica y romana quemó vivo por decir que la Tierra no era el centro del universo, sí le dijo a su Papa asesino: “Tiemblan más ustedes al anunciar esta sentencia que yo al recibirla”. Los dueños del orden natural no están cómodos cuando su orden se demuestra falso.
Que el matrimonio es la unión entre hombre y mujer es algo que ha resultado tan natural que mucha gente no se lo ha cuestionado jamás y les resulta increíble que se cuestione. Pero se cuestiona. En los últimos años, un número cada vez mayor de personas, acá y en todas partes, lo cuestiona.
¿Cómo fue que llegamos a esto?
Cuando en pleno pánico por el mundo nuevo que aparecía gracias a Colón, Lutero y Gutenberg (quienes descubrieron consecutivamente que el mundo era geográficamente distinto a como se pensaba, que podía ser pensado en otra clave religiosa y que todos podían llegar a saberlo gracias a la imprenta) la Iglesia Católica llamó al Concilio de Trento (1545-1546), que perfeccionó el de Letrán, de 1215, en donde instrumentó la Contrarreforma, determinando el eje moral de los próximos quinientos años. Allí se reafirmó que todo el sexo que no tuviera un fin reproductivo era un “pecado nefando”. Nefando es aquello de lo que no se puede hablar. Si no se puede hablar no existe. El matrimonio no se constituyó naturalmente entre un hombre y una mujer. Fue una decisión política de la institución más poderosa del mundo de hace 500 años, mantenida a tortura y hoguera. Se persiguió no sólo otro tipo de unión, sino aun hablar de su existencia.
Es increíble que mucha gente crea que esto es “natural”.
Al “no existir” no heterosexuales al momento de desarrollar los códigos civiles, los legisladores ni consideraron la posibilidad de que aquellos que no existían tuvieran derechos. En ese tiempo, en ese contexto, se entendía. Era como legislar para marcianos. No había marcianos. Todos eran heterosexuales.
Pasó mucha sangre bajo el puente. La Tierra siempre giró alrededor del Sol, aunque no fuese evidente. Nunca en el mundo hubo sólo heterosexuales, aunque no fuese evidente.
Recién a fines del siglo XX la humanidad empezó a ver que en la naturaleza hay también hombres y mujeres homosexuales. Hay bisexuales. Hay transexuales. Hay transgénero. Y eso es lo que se sabe hasta ahora. O mejor, lo que yo sé hasta ahora. Todos nacimos de la unión de un óvulo y un espermatozoide, por lo tanto todos somos iguales.
Exigirle al Estado el mismo derecho a todos los derechos, no es sólo cuestión de derecho, es cuestión de igualdad.
No se puede aceptar una legislación especial. No puedo aceptar ser un kelper en mi país. Y los ciudadanos del país no deberían aceptar que hubiera kelpers.
Si los heterosexuales tienen posibilidad de gozar y sufrir de matrimonio y unión civil, no hay ninguna razón para que los que no somos heterosexuales debamos conformarnos con unión civil solamente. Los mismos derechos, con los mismos nombres, si es cierto que debemos ser iguales ante la ley.
No sé si quiero casarme, no tengo la oportunidad de saberlo.Hoy, mientras el Estado me lo prohíba, sólo puedo decir que no puedo casarme.
Para los no heterosexuales, decir “no me quiero casar” es mentira. Si los no heterosexuales lo decimos, es sólo el síndrome de la zorra que dice que no le gustan las uvas, porque no las alcanza. No querer casarse es un privilegio de heterosexuales. Un privilegio que no les molesta tener y que quieren mantener a toda costa, incluso aquellos a quienes les fue mal en el matrimonio, como la señora Michetti. Está de moda ahora en cierta progresía quejarse: “¿Al final tanto lío para terminar pidiendo por una institución que ya demostró su fracaso en todos los frentes?”.
No es cierto. El matrimonio es muchísimo menos importante que la igualdad. Pero la igualdad lo incluye. Los heterosexuales tienen un privilegio por el solo hecho de serlo. Contra eso luchamos.
Al animarnos a enfrentar el mandato “nefando” muchas cortinas se descorrieron. Nuestras familias, amigos y compañeros de trabajo supieron que no había nada que ocultar. Que podemos ser buenas o malas personas, pero que en eso nada tiene que ver nuestra sexualidad. [...]
Todo está al revés y un gobierno de derecha que alguna vez trató a los homosexuales de enfermos (no) toma una medida progresista mirando las encuestas y acepta el reto de una autoridad religiosa y casi lo desafía, pero al final, como es costumbre en su gestión, muestra atroz incapacidad política y todo queda en nada. Un gobierno autotitulado progresista aplaude el papelón de la derecha sin hacerse cargo de impulsar la ley que termine con la desigualdad, excepción hecha de alguna gente del Frente para la Victoria que puso el cuerpo desde el principio, como Juliana Di Tullio, Tito Nenna y pocos más. Las organizaciones de defensa de los derechos de las minorías sexuales bardean (bien) al gobierno de derecha pero no al gobierno supuestamente progresista entre otras cosas porque muchos son dependientes económicamente de ese gobierno. ¿Por qué un gobierno autotitulado progresista que se lo pasó gobernando con las encuestas en la mano, en este caso, las desoyó? ¿Tanto miedo le tienen a la Santa Inquisición? ¿Alguien duda de que si la Presidenta en lugar de [...] ir a saludar al Santo Bagre, hubiera levantado el teléfono y lo hubiera insinuado, ya tendríamos la ley?
No nos vamos a conformar con unión civil porque no hay una sola razón para que el Estado mantenga la diferenciación de derechos entre quienes son heterosexuales y quienes no lo son.
Los no heterosexuales tenemos que poder decir: “Sí, no quiero”.
Las leyes deben ser para todos, no puede importar si uno es heterosexual o no.
No nos subestimen, no estamos pidiendo sólo el derecho a casarnos, aunque también lo exigimos. Estamos pidiendo ser legalmente iguales.
¿Tanto cuesta entenderlo?
El Estado privilegia a los heterosexuales por sobre los homosexuales. La única razón es que son mayoría. Permitirlo es seguir asegurando que el Sol gira alrededor de la Tierra.

1 Oscuridades:

Geli dijo...

Excelente la columna de Bazán, no la había leido.
Ultimamente me parece que todo el mundo apoya el matrimonio entre homosexuales, pero nadie hace nada para impulsarlo... Hasta Salió Néstor Kirchner a decir que lo apoyaba.
Y lo que hicieron los abogados católicos es lo mismo que hacen cuando algún juez autoriza a una nena violada y embarazada a abortar: ponen trabas para impedirlo. Dan asco, realmente. La iglesia es la peor mierda que existe, no sé hasta cuándo el estado seguirá bancando esas larvas chupasangre con delirios de superioridad moral ¬¬