Sabagada del Mádrudo

24 de febrero de 2008

 

Y en esta madrugada del sábado, sin nadie en el messenger con quien distraerse un rato, sin nada más que un video de la lejanía que le genera añoranza, del cual ingenuamente toma capturas para conservar como fotos borrosas, siente en medio de las horas, la tristeza que gotea suavemente en su interior.

Las gotas saladas cayeron sobre papeles mientras la inmensidad le carcomía los pensamientos por unos minutos y la indignación de la naturaleza una vez más le azotó.

Suspiró. ¿Qué más, un humano, podría hacer sino simplemente resignarse a lo irremediable de este existir? El camino errante del humano da sus pasos hacia su propio foso, y solo reza para que ese tiempo no le toque vivir. Porque vivir el caos será demasiado dolor. El dolor de las generaciones futuras que ningún antepasado sospechó siquiera. Y los del presente, que ya saben sin lugar a dudas las consecuencias, simplemente miran a un costado, en busca de sangre negra con la que alimentar sus motores de vanidad, sus maquinarias de especulación, sus tractores que aplastan humanos.

Y en esta madrugada de sábado, entre las noticias de dolor, entre los llantos de los vivos, entre la pesadumbre de los muertos, los recuerdos y las nostalgias le agolpan.

Sólo el sonido del ventilador a un costado interrumpe el suave teclear constante.

En las afueras de su casa, su pequeña mascota derrama sus últimas gotas de vida... mientras que esas gotas le recuerdan gotas rojas de hace un mes, que el secreto, el silencio y el misterio rodearon con recelo. Suspiró una vez más, intentando calmar ese peso que angustia su pecho al pensar sólo en ese tema.

La muerte. Desdicha fuerte. ¿Quién ha de gobernar sabiendo que ha de despertar en el sueño de la muerte?. Todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende.

¿qué es la vida?, un frenesí, ¿qué es la vida? Una ilusión. Una sombra, una ficción. El mayor bien es pequeño, que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.

Y en esta madrugada de sábado, busca una vez más intentar la paz con el universo, comprender ese eslabón perverso de la existencia, amigarse con el sentimiento de la nada, pero aún parece ser muy pronto para tal sabiduría.

Simplemente sabe rumiar su angustia, mientras recuerda cosas que nos regresarán más a sus manos, y que a través de una proyección, producto de ese dolor, le erizan la piel con pensamientos oscuros de su propio presente y futuro.

Y en esta madrugada de sábado, con la soledad abrazando su espalda, con su mente atacando su rebelde actitud ante la resignación, piensa una vez más en su maestro desvanecido.

Un camino de estrellas se forma en la noche, con sendero al infinito, donde ya dos seres se unen en la dirección, andándolo con paso lento.

Y yo, en esta madrugada de sábado, sólo puedo contemplar con borrosa visión aquel sendero de luces lejanas...

3 Oscuridades:

Frey dijo...

... Siempre me da pena escribir comentarios aqui. Los textos son tan sensibles que mis palabras seguro resuenan huecas.

Saludillos. ^-^

Maboroshi dijo...

Tus comentarios siempre son beinvenidos... las palabras no son huecas si tienen su razon....
Saludillos flanderillo....:P

Geli dijo...

"Amigarse con el sentimiento de la nada" qué buena frase...

A veces pienso que el peor de los vacíos no es el de la muerte, sino el de la vida.
Es como un rompecabezas al que le queda un hueco. Y uno intenta meter piezas ahi, pero nada parece encajar bien. Es solo un hueco... Como si la nada no fuera falta de algo, sino algo muy poderoso en si mismo.

T_T

Me fui para cualquier lado.

Te mando un gran, gran ciberabrazo.