Indignación: ¡Prendan fuego los cuentos infantiles!

20 de marzo de 2008

En la Web se pueden encontrar cientos de cosas insólitas. Entre ellas, una página que idealiza los cuentos clásicos infantiles definiéndoles con las siguientes frases:

“Los cuentos contribuyen a desarrollar la imaginación y la fantasía de los niños y a crear sus propios mundos interiores. Un cuento puede ayudar a los niños a que superen posibles conflictos y a que establezcan valores. Además, favorecen la relación del niño con su familia y con los demás.”

Luego de semejante introducción, presenta resúmenes de los argumentos de cada cuento, citando sus respectivas enseñanzas o moralejas.
La pregunta que surge en una primera lectura es: ¿Qué clase de valores transmiten los cuentos? ¿Es un valor digno de ser transmitido el estereotipo de la mujer débil en la eterna espera de ser rescatada por un apuesto caballero? ¿Es un valor rescatable el de la belleza como símbolo de bondad, y la fealdad como símbolo de maldad? ¿Es justa la extinción de perdices en manos de los buenos?
A continuación, en un esfuerzo mancomunado de los blogs “Universo Quimérico” (Maboroshi) y “Maripelusas de Neptuno” (Geli) se reanalizan los cuentos presentados, en un intento de responder a estas preguntas, y encontrar las verdaderas enseñanzas que se translucen entre esas aparentemente inocentes palabras que marcaron la infancia de muchos niños y de paso aprovechar a satirizar lo más que se pueda esos cuentos con los que nos han alimentado en nuestra niñez.



BLANCANIEVES
Una princesa cuya belleza despierta la envidia de una bruja que intenta matarla a través de una manzana envenenada. Enseña a no fiarse de los desconocidos.

Maboroshi: Lo primero que incita a analizar es lo lógico y útil de matar con una manzana envenenada a nuestra pesadilla, llámese ‘persona más bella que uno’, como si el objeto máximo de la vida de las mujeres fuera el de preservar su belleza para la eternidad. Y si nos vamos al cuento, el príncipe ama a Blancanieves por ser bella, blanca, dulce y pasiva, y no por ser inteligente, por tener riquezas espirituales o algo por el estilo. A tal punto llega el encandilamiento generado por la belleza que al príncipe ni le importa si esos siete enanos con los que ella convivió son realmente mineros o jefes de la mafia rusa que colocaron una sobredosis de cocaína en la manzana que tenían por ahí, y luego utilizaron como chivo expiatorio a la bruja (siempre la más fea) del cuento.

Geli: Claro, está bueno porque Blancanieves te enseña a no fiarte de los desconocidos, pero si los desconocidos son siete enanos mineros, sí te podés fiar.
Aparte enseña a ser ubicado: la tipa entró a la casa de los enanos sin ningún tipo de pudor, y sin pedir permiso. Y claro, los enanos la aceptaron porque la tipa les cocinaba mientras ellos iban a la mina, ¡enanos aprovechadores!

CAPERUCITA ROJA
Una niña que cruza el bosque para visitar a su abuelita que está enferma. Y se encuentra al temible lobo, por el camino. Un cuento que habla de la necesidad de ser obedientes.

Geli: ¡Menuda enseñanza! Te enseña a seguir el patrón establecido, a no desviarte del camino, y carecer totalmente de iniciativa propia.

Maboroshi: Enseña que el mínimo cuestionamiento a lo preestablecido conduce inevitablemente a ser ingerido por un lobo, que al parecer carece de ácido estomacal, porque te pueden rescatar de él sin tener ardor en tu piel a pesar de haber pasado varias horas dentro de sus vísceras. Luego, en contra de cualquier planteamiento ecológico, y por el gen de la maldad con la que se encuentra estructurada la materia orgánica maligna de todos los malos, se enseña que a los malos hay que castigarlos con las torturas más crueles, como por ejemplo abrirle el estómago, meterle trece kilos de piedras, y coserlo. No existe ni la mínima posibilidad de hacer recapacitar al malvado para que entienda porqué se le está castigando. Nadie aprende mejor una lección que aquél al cual se le procede a abrir la panza, se le incrusta doce cajas de plomo, y se le cierra pertinentemente. Es la solución para la recuperación de presidiarios. No se recapacita sobre el error, sino que se elimina el malestar de raíz.

Geli: Además, como en todos los cuentos, es infaltable que las pobres mujeres indefensas siempre tengan que ser rescatadas por un hombre, en este caso el leñador.
Por otra parte, cabe destacar este pasaje del texto: “Caperucita, mañana quiero que vayas a visitar a la abuela porque está enferma. Llévale esta cesta con frutas, pasteles, y una botella de vino dulce”. Se ve que la abuelita estaba enferma, pero igual le daba al etanol. En otras palabras, la vieja empinaba el codo de lo lindo.

Maboroshi: Si, apuesto que se juntaba con el leñador y juntos le daban al chupi*. (chupi: lunf. trago, bebida)

Geli: Es claro... la abuelita tenía un affaire con el leñador, y templaban juntos las frías noches en el bosque con un vinito. Por eso el tipo pasaba por ahí, justo a la hora que sabía que llegaba la piba con los víveres.

EL MAGO DE OZ
Cuenta la aventura de Dorita, una niña que fue llevada por un tornado al país de Oz, donde busca a un Mago que podrá ayudarla a volver a su casa.

Maboroshi: Al parecer, según la consideración de la persona que realiza estos resúmenes, El Mago de Oz no enseña nada. No se tú, Geli, pero creo que no es tan tremendo este cuento, y sí tiene cosas rescatables. ¿Le perdonamos?

Geli: Por mi parte, perdonemos el cuento, pero no el resumen. ¿Justo éste no enseña nada? Tiene el espantapájaros que quiere un cerebro, el hombre de hojalata que quiere un corazón, el león que busca ser valiente… y todos van en busca de sus sueños. Me parece una bonita metáfora. Pero claro, para esta gente enseña más Blancanieves.

Maboroshi: Si, además ¡los personajes se superan por sí mismos! Y obvio que eso no cuenta para nada, porque siempre tiene que ser un tipo fornido y agraciado el que resuelva la situación. En este cuento al menos, Dorita es una niña, es ingeniosa y no es su príncipe azul quien la ayuda, sino un grupo de amigos que buscan cumplir sus metas.

EL PATITO FEO
La historia de un patito que, por ser diferente de los demás, es maltratado y alejado por todos. Pero el tiempo pasa, el patito crece, y descubre que, en realidad, él no es un pato sino un precioso y bello cisne.

Maboroshi: ¡Que demonios importa si era un pato! Volvemos a la mierda de siempre: el valor a destacar permanentemente es la belleza. Si era un pato inteligente que soportó la adversidad de la discriminación a la que era sometido, ¿qué importa si terminó siendo pato o cisne? Resultó ser un ave con una personalidad lo suficientemente fuerte como para sobreponerse a las dificultades, pero esto no basta para que quede plasmada la moraleja. El valor que siempre hay que destacar es que finalmente los buenos y exitosos siempre son bellos. Tarde o temprano son bellos.

Geli: Y si, tenía que terminar volviéndose lindo para que el final fuera feliz. No me parece que la enseñanza tenga mucho valor así. Me imagino al pibe* que se siente diferente en la escuela, y lee ese cuento... Va a pensar: “ah! me tengo que volver lindo para tener un valor y que la gente me acepte, no es el pensamiento errado de ellos lo que tiene que cambiar

Maboroshi: Si, recuerda nuestra infancia, Geli. ¡Somos patos, pero que bien tenemos puestas las plumas! Esa debería ser la gran moraleja del cuento.

(*pibe/a: chico/a, joven)

EL TRAJE NUEVO DEL EMPERADOR
Había una vez un Emperador tan aficionado a los trajes nuevos que gastaba todas sus rentas en vestir con la máxima elegancia. No le importaba su pueblo ni la gente. Hasta que un día su arrogancia le hizo caer en una trampa.

Maboroshi: Bueno. Nada criticable más allá que, para Freud, podría esconder una tendencia exhibicionista y provocar que todos los niños que lo lean tengan desviaciones sexuales... Mucho, no?

Geli: ¡Oh! Ni lo digas, ¡que la iglesia saldrá a censurarlo! Pero supongo que la idea es no dejarse llevar por lo que dicen los demás, por miedo al ridículo. Me pregunto algo ¿habrá leído en su infancia este cuentito nuestra Cristina?

Maboroshi: seguro, sólo que se lo olvidó, como todos los políticos hacen con absolutamente TODO...

LA BELLA DURMIENTE
Una bella joven se pincha con el huso de una rueca y se queda condenada a dormir para el resto de su vida hasta que alguien muy valiente la despierte. Enseña a no perder jamás la esperanza. Al fin todo llega y se soluciona.

Maboroshi: Oh si, me arremango con ésta. Primero empezamos con una bella. Basta de los bellos, ¡me tienen harta! Y lo más gracioso de esto, es que para esta página, el mensaje que deja el cuento consiste en que la joven puede pasarse el resto de su vida tranquila, durmiendo cual oso haragán, que un tipo fornido, rubio, y bello (me cago en la belleza, y más en la belleza gringa/colonizadora) va a salvarla. Porque los príncipes rubicundos siempre salvan a parásitos como ella, que se destacan por su infinita inutilidad y que no saben usar ni un simple huso.

Geli: En definitiva, los niños que lo lean, aprenderán que no hay que buscarle solución a los problemas, sino esperar que se arreglen por sí mismos. Es un excelente formador de cristianos este cuento.

Maboroshi: Y encima, siempre las mujeres de estos cuentos toman ese papel tan pasivo y aberrante, dónde ni siquiera es consciente del beso. Es más, el príncipe le profana el derecho de elegir a quien besar. Y por simple agradecimiento, como mujer resignada (virtud máxima que debe alcanzar la mujer), debe aceptar que su destino es casarse con quien la ayudó, porque tiene una naturaleza tan deficiente que debe simplemente ser sacrificada a su salvador.

Geli: ¡Si! es verdad, ¿La tiene que ir a besar sólo porque es linda y está dormida? Con este argumento, podemos decir que los tipos que le tocan el trasero a las mujeres en el tren, están justificados, y lo hacen en realidad para quitarles el hechizo. “Vení que te desembrujo” y ¡zás!, así pasan las cosas...

Maboroshi: ¡Qué desagradable! pero sí, es cierto... ¡Geli! ¡No des ideas!

LA CENICENTA
Una bella joven vivía con su madrastra y sus dos hermanastras a quiénes les servían. Pero un día un Hada le echó una mano. La llevó al gran baile en el Palacio Real, donde la joven se enamoró del príncipe...

Maboroshi: ¿Qué? ¿“Le echó una mano”? ¿Eso no es personaje de los locos Adams? Ni siquiera esta página es capaz de resumir bien este cuento. Y como el tipo que estaba escribiendo eso se pudrió, le mandó los puntos suspensivos. Ni siquiera logró descubrir el concepto/moraleja del cuento. Y sigo diciendo lo mismo, aunque me parezca máquina averiada: seguimos con la lista de cuentos que destacan la belleza y la actitud resignada como virtudes máximas en una mujer. Esto parece religión. Y luego nos vienen a decir que las mujeres son como son por ‘naturaleza’ ¡Si estamos invadidos desde pequeños de estos conceptos! Dicen cómo deben ser hombres y mujeres, como si de una ley universal y armónica se tratase.

Geli: Espera... A ver si entiendo: la tipa era una fregona .¿Por qué?. ¿Por qué no se rebelaba?. Porque era buena, y esto le impedía enfrentarse a la madrastra. Entonces un Hada la tuvo que ayudar a buscarse un galán (ni eso podía en su pasividad). Y gracias a ese galán que la buscó por todo el reino, cuál sátiro del zapato, pudo escapar del sometimiento en su casa.

Maboroshi: Es la raíz de la condena que sufrieron, sufren y sufrirán miles de mujeres. La moraleja es espantosa: una actitud sacrificada siempre es compensada, como la religión.

Geli: ¡Es verdad! Es oscurísima la historia si te ponés a pensar. Tuvo que someterse a un marido para escapar del sometimiento de su familia. ¡Que han hecho de nosotras! yo consumía esa basura en mi infancia.

Maboroshi: ¡Bienvenida a la luz! Estás a un paso de cruzar mi línea. Libérate de toda la carga maligna y estereotipada con la que te han alimentado... hazte lesbiana.

Geli: ¡Mabo! Eso suena a propaganda política: “Afíliese a nuestro partido, U.L. Unión Lésbica…Venceremos!!!

Maboroshi: ¡Che! Pero volviendo a los resúmenes ¿Qué pasó con las moralejas que supuestamente dejan los cuentos? Parece que el tipo comenzó a pensarlas, se espantó y prefirió no citarlas más.

LA SIRENITA
Una encantadora sirenita que se apasiona por el mundo de los humanos y, por desobedecer las leyes del fondo del mar, tendrá que enfrentar a tristes consecuencias.

Geli: Como no podía ser de otra manera, la Sirenita era la más bella de todas las hijas del Rey del Mar.

Maboroshi: Y más allá de repetir ese esquema, tenemos el adicional de la abnegación que debe caracterizar a los personajes femeninos de las historias. En este caso, ella debe renunciar a su mundo marino para seguir a su príncipe. Renuncia a su esencia como sirena, esto es un mensaje subliminal tremendo: las mujeres deben renunciar a su esencia, para ser lo que no son ni quieren ser en pos de su pareja y/o familia.

Geli: No, Mabo, es "por amor", renuncia a todo "por amor". Por el amor se renuncia a veces hasta a la dignidad, fíjate, ¡cómo no vas a renunciar a tu mundo!. La niña que lee esto, aprende que por amor se acepta cualquier cosa… No hace falta pensar las consecuencias.

LOS TRES CERDITOS
Los tres cerditos salen de casa para construir, cada uno, su propia casita. Y descubren que el trabajo y el esfuerzo valen la pena cuando se tiene un lobo por los alrededores.

Maboroshi: Bueno, si no hay un lobo por los alrededores de mi casa, no estudio, ¡está dicho! o sea que si no tenemos un lobo pisándonos los talones, ¡podemos estar a la orgía loca, a la vagancia pura, a todo el placer y vicio a rolete!

Geli: Si no hay un lobo, no valen la pena ni el trabajo, ni el esfuerzo, por supuesto. Entonces te enseña a ser hijo del rigor ¡Buenísimo! Ese cuento se lee mucho en este país, por eso somos así.

Maboroshi: El lobo en realidad es dios, que viene y te restringe hasta las horas para comer chancho.

Geli: ¡Esa es otra buena interpretación! ¿Pero que clase de genio hizo estos resúmenes? Yo le quiero mandar un mail.

Maboroshi: ¿Para qué? ¡No entenderá lo que quieres decirle!

RAPUNZEL
Una bella y hermosa joven que vivia encerrada en una torre, por una bruja malvada. La torre no tenia puerta. La bruja subia por las trenzas del cabello de Rapunzel. Pero un día llegó un principe y todo cambió.

Maboroshi: repetimos el maldito esquema. Primero, no tiene sentido una torre sin puerta. ¿Cómo la construyeron? ¿Los constructores murieron entre el cemento y las piedras cuando la acabaron? Porque obvio que bajar no podían. Segundo, si nadie podía bajar ni subir, ¿la princesa surgió por generación espontánea? ¡O no! ¡en realidad era un albañil que se transformó! (la ley de la selección natural... un albañil sin construcción termina adaptándose a su nuevo medio, y evoluciona (o involuciona) a una tipa inútil en un cuarto aún más inútil).
O no, a lo mejor fue la criatura nacida del parto de un albañil. Digo, ya bastante carece de sentido que una torre no tenga puerta y que alguien viva y sobreviva en ella por años, por lo que el hecho de que un albañil de a luz una cría se me hace lo más natural del mundo en tal contexto.

Geli: Supongamos que esas son “licencias artísticas” y de alguna manera la bruja pudo subir a la piba a la torre. No entiendo la lógica de pedir a una criatura en adopción, para después encerrarla en una torre. Pero claro, eso se explica sabiendo que la bruja era mala. Apuesto que también era fea. ¡Son tan predecibles los cuentos infantiles!

Maboroshi: Pero eso son sólo las cosas ilógicas del cuento, ahora vamos a las que estoy cansada de señalar: bella joven pasiva y resignada a su destino (suena a descripción del rubro 59*). Y el príncipe que pasaba por ahí, como es hombre, tiene el deber de salvarla. Y la estúpida, como es mujer, obvio que esperará sentada que el tipo la salve, porque su inutilidad no le permite más que cepillarse el pelo. (rubro 59*: rubro en los clasificados que consiste en el ofrecimiento de servicios sexuales)
Igualmente, este cuento esconde algo muy valioso opacado por la estupidez de la chica: si la joven tenía la capacidad de resistir 80 kg más armadura de un tipo, utilizando su cuerpo y brazos para no caer por la ventana por causa de la fuerza ejercida en sus cabellos, la joven era un sansón y no estaba enterada.

Geli: Menudo cuero cabelludo ¿no? Para mí que usaba “Pantene con aminoproteinas”

Maboroshi: totalmente. Y sin duda, es el cuento más absurdo y más estúpido que se puede leer a un niño. A lo sumo, se le puede extraer la moraleja que comentó esa misma página para el caso de la bella durmiente: esperar que la solución venga sola, pues alguien te lo resolverá. Interesante enseñanza.

RATONCITO PÉREZ
Todos los niños dejan sus dientes de leche debajo de la almohada. Y el ratoncito Pérez los recoge y les deja a cambio un bonito regalo.

Maboroshi: ¿Esto era un cuento? Dioses, siempre creí que era una fabulación de mi madre para que tuviera un espíritu ahorrativo y negociante.

Geli: Yo pensaba que mis padres habían omitido la molestia de contarme el cuento, pero no: al final de la historia que aparece en la página, figura este mensaje: “Este cuento nos fue enviado por Maria Dolores Roca - www.ortoclinic.com”
Es decir, que el valor inculcado por el cuento del ratoncito, es consumir los servicios de Ortoclinic Centro Dental. Muy conveniente, sin duda (para la odontóloga).

RICITOS DE ORO
La curiosidad de una niña la lleva a entrar en una casa a la que no ha sido invitada, a servirse de la comida, a dormir en una de las camas, y a llevarse un susto cuando los moradores, tres ositos, la despiertan.

Maboroshi: pasa que la pendeja – que encima es gringa – había leído a Blancanieves, y como a la tipa esa le había ido de maravilla con siete enanos, se mandó de una, total... si lo hizo blancanieves ¿porque no lo iba a hacer ella?. Esto demuestra que no hay que leerle cuentos infantiles a los niños.

Geli: Primero, ¿que clase de osos toman sopa?, segundo, ¿por que mamá y papá osito dormían separados?.

Maboroshi: Era método anticonceptivo, Geli... pensá de qué año estamos hablando.

Geli: Claro, aparte sería indecente decirle a un niño que los osos comparten la cama, ¡oh dios!, de hecho al osito se los llevo la cigueña.



CONCLUSIONES

Habiendo analizado estos cuentos, es posible extraer algunas conclusiones.
El problema de los cuentos clásicos infantiles, reside en aquellos en los que los protagonistas son príncipes y princesas, y tratan historias de amor entre estos. Los que relatan vivencias de animales e infantes resultan rescatables, e incluso se pueden obtener moralejas más o menos edificantes.
Sin embargo, los primeros son los que pueden ser tomados como modelo a seguir, los que moldean a las crías como futuros hombres y mujeres (o al menos una buena aproximación a ellos).
El efecto de los cuentos, es únicamente el de traumatizar y estereotipar, además de producir fuertes idealizaciones en los pibes y pibas, que se frustran al madurar y querer obtener ese ideal en la realidad (todos sabemos que la realidad no se ajusta al modelo, por más que la forcemos).

Se puede ensayar como justificación de estas historias su antigüedad: fueron escritas en una época y un contexto en el que el ideal de mujer y de hombre era justamente el reflejado. Sin embargo, la utilización de estos en la actualidad es tremendamente perjudicial, porque se entra en ambivalencia de valores (por ejemplo, se dice que no se es machista, pero se apela a la caballerosidad), y se conservan ideas de siglos pasados que sólo entorpecen la evolución del pensamiento social.

Lo negativo de la situación actual, es que no se pueden hacer cuentos nuevos, porque se carece de ese peso o valor adicional que se le atribuye a todo aquello que se lo denomina por ‘clásico’, y que consta en ser ‘viejo y obsoleto’ en la mayoría de los casos (descripción que no se aplica a la música y a la física).

Por eso es mejor que los críos dejen de leer este tipo de basura, y consuman mangas o animación japonesa. ¡Suerte que existe Pokemón!... al menos los pibes son epilépticos pero no estereotipados.

FUENTE

* http://www.guiainfantil.com/servicios/Cuentos/cuentos_clasicos.htm


3 Oscuridades:

Geli dijo...

Fue un gusto y un honor realizar esta crítica destructiva en colaboración con usted, estimada Maboroshi xD

No hemos perdido la logística para los informes, aprendida allá por el 2005 (fuaa, tanto tiempo xD)

Besotes enormes!

Frey dijo...

Dioses, me reí enormemente al leer estas cosas. Tengo algunas cosas que decir de los cuentos. Lástima que no tengo suficiente tiempo estos días.

Primero quiero hacer notar que las versiones que se conocen hoy en día son las de la maldtia Walt Disney, que es vil y asquerosa, al tratar de imponer estos cuentos a la niñez.

Tengo entendido que los cuentos originalmente eran más adultos y oscuros y el público al que iban dirigidos eran en realidad a los adultos. Creo que la mayoría de las veces los personajes no sobrevivían o resultaban al final en situaciones extrañas. Tengo que confirmar esto último.

En fin, chicas, ha sido un verdadero placer haber leído sus críticas.

Les mando saludos y abrazos.

Besos.

Maboroshi dijo...

XD gracias, alfredo. Te reirás más cuando leas la proxima entrada que estamos haciendo geli y yo, que trata de un 'cuento' realizado por nosotras. Hasta a nosotras nos dio mucha gracia. Lo que hace las noches de charla XD
besotes