Historias excepcionalmente probables...

16 de mayo de 2007

 

La existencia humana presenta tantas curiosidades. Resulta que no tiene ecuación, que no es exacta, que no tiene más que probabilidades.

El universo parece concebido bajo la probabilidad. Los astros, aparentemente – si alguien lo cree – dicen de nuestro porvenir con un cierto grado de probabilidad.

El humano actúa bajo la probabilidad...

Una niña de la calle, probablemente no conozca del cariño. Un maduro vagabundo, probablemente, desconfíe de su sombra, y no entienda en la palabra confianza, mas que un engaño perpetuado por algún ajeno, que en su momento, aprovechó de su ingenua juventud. Una prostituta, difícilmente crea en los hombres, y en su sensibilidad, a la cual sólo ve como un simple instinto animal.

Sin embargo, todos los casos de probabilidad, parecen que decantan en excepciones.

Las historias, las creencias, las ideas más firmes, terminan temblando ante excepciones, cuando la probabilidad más baja se hace evidente.

Y es allí cuando una prostituta, acepta la mano de un hombre que se ha posado en su mejilla, sin más deseo que darle un gesto de apoyo.

Es allí, cuando un vagabundo se encuentra con una joven, que le devuelve las monedas que se habían caído de su harapiento sobretodo.

Es allí, donde una niña, puede entender la calidez, cuando un perro callejero refriegue su frío hocico en el pantalón de la pequeña, sellando un silencioso pacto.

Las excepciones, pueden realmente hacer revoluciones, cuando lo inesperado, se hace presente. Pueden reafirmar convicciones, pueden mover todo el mundo interno que hemos construido, y que habíamos considerado perfecto.... o mejor dicho, aquel mundo al que nos habíamos resignado como propio.

El verdadero potencial de la excepción, radica en el esfuerzo que se genera, para hacerla posible, para romper cadenas sociales, para hacer una revolución, que se externalice finalmente.

Si dos excepciones se encuentran, justo en la más baja probabilidad... entonces, pueden crear más excepciones. ¿Qué hay de malo en todo aquello?. Nada. Simplemente hay que tener el valor, la paciencia, y el tiempo para crear las excepciones, para liberar temores productos de nuestro universo barroco, comprender la maravilla de que ha acontecido lo más improbable, y por ende, actuar en consecuencia, meditando con tiempo y ojos críticos.

¿Quién diría que universos solitarios, con necesidad de ser compartidos, se encontrarían, habiendo tanta población en el mundo? ¿ Quién diría que dos personas separadas por trópicos verían a tanta distancia, las formas internas del otro, habiendo en cada país, tanta fauna a contemplar?

La probabilidad más baja se ha dado.

Aquella que es verdaderamente difícil de encontrar, se ha producido.

¿ Acaso de debe desperdiciar tan única excepcionalidad universal?

No. Para evitarlo, existen las excepciones....

Las maravillas no se producen dos veces...

Maravillas imperfectas, que resultan perfectas. Eso, es verdaderamente una manifestación de aquel valor menos probable.

1 Oscuridades:

Frey dijo...

Un comentario hermoso, ya comienzo a pensar que mi blog es en realidad absurdo comparado al tuyo. Muy linda reflexión. Me ha llegado. Ahí está de manifiesto tu sensibilidad y tu capacidad de comunicar cosas profundas con palabras.