2 de mayo de 2007

 

No hay resentimiento, no hay dolor, no hay más que resignación, que de vez en cuando, se retuerce, mostrando aún la raíz infecta de una herida mal sanada. Nada pasa, nada que alguien pueda paliar.

Sólo que a veces, el mal clima – húmedo Buenos Aires – provoca la molestia de aquellas malas cicatrices que se creían olvidadas.

La actitud del náufrago.

Caminar en círculos bordeando la isla, esperando que la marea traiga alguna cura que sirva. Mientras tanto, el caminar ayuda a cicatrizar.

Cuanto más se camina, más se piensa, y el pensar, libera.

Libera y condena, irónicamente.

No hay peor enemigo que uno mismo, por ello hay que saberse dar batalla. Es estúpido sentir el ataque de un ajeno, que no sabe las oscuridades que nos rodean. Nadie puede temer a un ajeno, si en verdad ha visto sus propias profundidades. El abismo interno, la fosa profunda que somos en esencia, es un maravilloso, tortuoso, fascinante y escabroso universo.

Nuestro universo.

El que hemos creado con nuestras propias manos mentales.

El que podemos destruir con tan sólo superar el instinto de supervivencia.

Un universo que con pocos se puede compartir...

Un cosmos concentrado en nuestra esencia, con tanto para descubrir y analizar, con tanto para potenciar, con tanto para superar...

Es en el único universo donde, eternos, somos inmortales en nuestro propio presente, en nuestro mar de Ideas...

Rodeados de estampas barrocas, contemplamos nuestras pequeñas zonas iluminadas con fascinación, y aún conservando el temor o el respeto, anhelamos todo aquello que aún invisible por la oscuridad, nos es vedado...

Y como niños, jugamos con Ideas que fugazmente, pasan a nuestro lado, corriendo en dirección a esos lugares que no podemos divisar. Ideas que sabemos lo que son, pero que nos generan respeto.

Ideas traviesas, Ideas macabras, Ideas que pueden abofetearnos un día al descubrirlas como poco alocadas. Ideas, que antes, sólo nos hubieran disgustado.

Y es allí, donde un nuevo sector comienza a tener una tenue luz.

No resulta iluminado por completo, pero ya en la penumbra, se puede perfilar la desnuda Idea, mostrándonos sus líneas contorneadas con una simulada timidez. ¡Qué interesante Idea!.

Y allí, comenzamos a verla sin ese respeto que antes nos inhibía. Ahora, la Idea, es algo que hay que violar. Hay que arrinconarla en la zona oscura, y besarla contra su voluntad.

Sólo cuando nos hayamos percatado por completo de lo que se trataba aquella Idea, sólo allí, la Idea será por completo nuestra, descartada o aceptada, pero finalmente iluminada.

Nee... Los exámenes están cerca, y mis Ideas oscuras, reemplazadas por las de mis estudios, se ponen celosas, y me atacan por las noches, obligándome a escribir estas cosas aún contra mi voluntad...

Me sujetan sin darme escapatoria, y ahora son ellas las que besan violentamente... Casi advierto sus movimientos como un gesto disimulado de venganza...

Sin Emabrgo, por suerte, mis Ideas Violan de una forma exquisita ...

- Sí, ya... mejor me voy a dormir.... -


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