El dolor de la mente – El dolor del espíritu

28 de julio de 2007

Humanos.

Entes angelicales devenidos a demonios.

Entes demoníacos devenidos a ángeles.

Humanos: entes quiméricos.

Tan irreales como los unicornios, tan concretos como la muerte.

Complejamente sencillos. Sencillamente complejos.

Llenos de contrariedades que pueden rayar la mentira, el doble discurso, la falsa moral, la simple estupidez.

¿Cuál es la razón de la existencia?, ¿Cuál es la razón del dolor?, ¿Cuál es el sentido del simple transitar?

Si todo camina hacia un final triste, lento y oscuro...




Sin castigos, sin recompensas, sin nada más que la mera nada tras de todo. No hay indemnización para los azotados por la vida, no hay castigo para los azotadores de alma. Simple nada. Una nada que borra absolutamente todo.

Sin conciencia, sin existencia...

Tan profunda es la pena... que llena de apatía el alma.

¿y si todo sale mal? ¿y si todo sale bien? el dolor a posteriori será recompensa, pero también, puede ser condena...

Y en medio de una noche fría, se puede mirar el cielo cuyos destellos se apagan tan lentamente...

Mirar al cielo, y sólo desear...

Pero no hay quien escuche... sólo la Nada...

La Nada: El Todo del humano...

Tal vez, lo mejor para el humano, hubiera sido nunca haber dejado de ser Nada...

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